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Noche de música y plumas

– by Biri –

Nancy ha sido el afortunado lugar que ha sido elegido para el estreno de Artaserse. Un lugar acogedor, romántico, estéticamente bello que hasta con la intervención de la lluvia no pudo perder su encanto. Quizás debido a tener unas de las plazas más bellas de Europa, Place Stanislas, o quizás por la amabilidad con la que me han acogido a pesar de mi horrible francés o quizás por la taza de choco cho (leche caliente con 40gr de Nutella fundido en ella)… Seguramente hay muchos factores positivos que han determinado mi más que satisfactoria estancia en esta ciudad y entre ellas està obviamente el motivo por el que he visitado Nancy en primer lugar: La première de Artaserse. 

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Gran Teatre amb Philippe

– by Biri –

Han pasado unos meses desde aquella noche, pero como suele ser con él, una noche inolvidable. No, no ha sido mi primera vez y espero con todo corazón de que no sea la última.

He perdido la cuenta de cuantas veces he escuchado sus cd’s en mi coche, pero calculamos una media de 40 km diarios durante los últimos 2 años, cambiando solo de vez en cuando a otro cd, sólo para, minutos después, volver al suyo,… Sí, admito que puedo ser una obsesa en algunas cosas, no muchas, pero en algunas y PJ está ahí, en esta lista diminuta. He de admitir, además, que me gusta más escucharle que verle cantar; es su voz la que me cautiva ante todo aunque él no sea desagradable de ver. Por él me escapé a Barcelona un fin de semana, verle en vivo es toda otra experiencia, tan diferente del frío tacto del cd o un vídeo impersonal en youtube. Quién lo haya visto me entenderá y quién todavía no tuvo la suerte, espero que lo haga pronto porqué nada de lo pueda escribir aquí puede sustituir esa experiencia.

Pero dejemos de alardeos e introducciones que a pocos puede interesar.

El Liceu de Barcelona ha dado la bienvenida a uno de los contratenores franceses más productivos del momento, y eso justo después de una noche sensacional con el tenor Juan Diego Florez. Quién hubiera esperado que Philippe Jaroussky pudiera llenar el Liceu casi por completo y capturar la admiración de todos los presentes en estas condiciones? A mí, no hacía falta que me capturara, obviamente, pero la pareja que se sentó a mi lado y muchos de los que estuvieron ahí esa noche, sí que lo fueron..

Mientras esperé con impaciencia el inicio del concierto y al no tener compañero o amigo que me acompañara al evento, empecé a hablar con mis vecinos de asiento; una simpática pareja española, amantes del teatro, la música clásica, y todo lo que rodea la expresión artística de las personas en general. Ella más emotiva, mientras que él parecía tener como amante la perfección. Les pregunté si habían oído hablar o conocían a Philippe Jaroussky.

Y sí! Le habían escuchado en la televisión pero sin realmente prestar demasiada atención, como música de fondo. En definitiva, habían ido al concierto porqué amigos les habían aconsejado de hacerlo. (Gracias queridos amigos de la pareja española, seas quienes seais).

La impaciencia mientras tanto crecía en mí, dificultando el estar quieta en ese asiento rojo sangre. Una voz bastante estresante iba contando los minutos: 10 minutos, … 5 minutos, … 3 minutos … antes de que la función empezara! Una tortura que hacía el momento interminable! Oh, sí.. he estado en un teatro y/o opera anteriormente, claro que sí, pero nunca había prestado tanta atención al tiempo como en aquel momento, no importaba cuan dulces recuerdos me iba contando la amable vecina ni cuantas notas de prueba estaba dando el cembalista a su instrumento abajo en el palco, quería adelantar el reloj para luego tener la posibilidad de pararlo durante unos momentos cuando él cantase.

Finalmente las luces menguaron, los que formaban parte a la orquestra Freiburger Barockorchester, bajo la impecable dirección de Petra Müllejans, tomaron sitio, y la Obertura de Riccardo I, re d’Inglaterra abrió la noche, llenándola de música.

Philippe apareció, seguro, firme y decidido a conquistar toda Barcelona si fuera necesario, pero “sólo” se trataba del Liceu y sus visitantes en este caso.

Si con Agitato da fiere tempeste, aria de Oreste no lo consiguió por completo, sí lo hizo con Ho perso il caro ben. Como puedo decirlo? Mis vecinos estaban encantados, perfección y emoción estaban más que satisfechos por haber venido ya que encontraron ambas cualidades en la voz de Jaroussky.

Lamentablemente he de decir que en Barcelona no hemos aprendido a leer el folleto y tenemos muy poca idea de cuando hay que aplaudir o no, por otro lado, las personas que siempre parecen toser en el momento estratégico, perfecto para arruinar el mejor de los efectos, perecían haberse retirado en una de las esquinas más oscuras del teatro.

A pesar de ello, el concierto continuó, Jaroussky parecía más bien acostumbrado a la ‘mala educación’ de sus oyentes y no solo eso, tanto él como la orquestra nos han mimado durante más de dos horas.

Durante el entreacto no me sorprendió en absoluto la manada de personas que se arrojaron a la tienda de música que habían improvisando (no, no improvisado pero muy bien meditado) como si se tratara de las últimas existencias que se pudieran encontrar antes de un ataque nuclear.

Yo, que había hecho mi compra con anterioridad, mientras tanto iba inspeccionando el Liceu, pasando por los diferentes pisos y captando algún que otro comentario.

A pesar que la opera ha sido reconstruida siguiendo los planes de antes del incendio de 1994 y mantiene un aire clásico, también se nota los elementos modernos en ella. Preparada para videoconferencias, traducciones de texto para cualquier asiento, cámaras, controles, … me hubiera gustado dar una mirada detrás de las escenas también, y no solo por Philippe Jaroussky, creédme. El liceu, vuelto a reabrir en 1999 es una de las operas más modernas que he visitado y, al mismo tiempo, no perdió ni un ápice del ambiente clásico que tanto impone.

Comentarios que rondaron? Se dice que Philippe Jaroussky tenía miedo de que su voz no fuera lo suficientemente potente para el Liceu. Si fuera su miedo o de alguien más lo desconozco pero, aunque es verdad que su voz no sea entre las más potentes, tiene una técnica y una sensibilidad en su voz que equilibran esa falta más de sobra. Además no escuché a nadie que se haya quejado.

Otro pequeño particular que capté durante la pausa es que, entre los presentes, pocos habían tenido la ocasión de oír Philippe Jaroussky con anterioridad.

La segunda parte no fue menos maravillosa que la primera, con canciones como Mi lusinga il dolce affetto, aria de Alcina, Ombra cara, aria de Radamisto o con propinas como Alto Giove, que Philippe Jaroussky, con su amable charm, resumió al castellano (disculpándose de no poder hacerlo en catalán) su contenido; dando la noche un aire especial y encantador.

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Los bises, las rosas rojas, PJ invitando varias veces a que se levantara también la orquestra para recibir vitores y aplausos, que efectivamente meritaban por su actuación. El buen humor, la seguridad y saber interiormente que aquella noche lo habían hecho bien, hizo que los ojos de PJ, Petra y los demás brillaran de satisfacción.

Y nosotros, el público, encantados como los ratoncillos de Hamelín, una cola de más de 150 personas (tengo experiencia de colas por haber estado demasiadas veces en ellas durante el check-in del aeropuerto), en medio de las ramblas, de noche y en Diciembre, esperábamos para tener la oportunidad de una firma, un saludo, y un apretón de manos con él. La mayoría ilusionados con una firma sobre el cd recién comprado, como recuerdo de esa noche; otros sin saber realmente que esperarse y otros con regalos (yo misma incluida).

No fue un caso único que la gente que pasaba por ahí, desconocedor de los hechos, preguntara lo que estaba pasando.

En la cola conocí a más gente, más catalanes, más españoles, tanto hombres como mujeres, y yo feliz de ver que no era la única entusiasta del grupo o me hubiera preocupado enormemente. Esto y ver con que amabilidad recibía a cada ‘fan’, nuevo o viejo, que estaban por delante de mí deberían haberme ayudado pero, desgraciadamente esa sabiduría no me ayudó en absoluto a la hora de dar la mano a Philippe Jaroussky, de dejar de sonreír como una tonta o de encontrar las palabras adecuadas, ya que en ese momento mi cabeza estaba completamente vacía de vocabulario apto para esas circunstancias.

Unas firmas, una foto hecha por un barcelonés muy simpático, y la sonrisa de niño travieso al ver el regalo que traje coronaron la noche perfecta.

Lo único que me hubiera gustado, era tener la oportunidad de dar las gracias personalmente a Petra Müllejans que, a mi parecer, es parte del éxito que tuvo PJ esa noche.

No obstante, salí a la noche feliz, feliz como pocas veces he sido. PJ regala ilusión y alegría con su presencia, paz y un mar de emociones con su voz y sí, Barcelona en Diciembre es preciosa…. 😛

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Noche perfecta, … perfecta? Argh! Parece que no era yo la única nerviosa en la cola. La foto de PJ y de mí salió movida!! Lo hubiera dejado pasar, hubiera sido una excusa perfecta para volverle a ver pero luego caí en la cuenta de dos cosas:

* Primero: Lankin me iba a ahorcar si no volvía con una foto en condiciones!

* Segundo: no hay necesidades de excusas para ir a ver a PJ! Se va y punto! 😀

Así que volví a ponerme al fondo de la cola, con la esperanza que esta vez pudiera controlar mi timidez un poco más. … haha! Anda que sí! Parece que nunca aprenderé.

Le pude ver, ojeando hasta donde iba la cola de personas que le faltaban por atender y creo que no pudo ver el final de ella todavía. No obstante siguió tan profesional y amable como al principio, sin prisas, sin aparentar verdadero cansancio.

Otra vez mi turno, él tardó un momento en reubicar mi cara sólo para luego decir: ‘Tú, de nuevo.” Le pedí perdón mil veces pro importunarle de nuevo, le expliqué porqué volvía a estar por ahí. Lo curioso es que podía mandar, y digo MANDAR porqué es lo que hacía a la persona a la que le tocó hacernos la foto esta vez mientras que a mala penas podía mirar PJ a los ojos. Bueno, primero he de dar las gracias al ‘nuevo’ fotógrafo que ha sido muy paciente y segundo espero no haber asustado a PJ aunque a él, todo aquello, después de dos horas de firmas y seguramente con un brazo que le dolía, parecía divertirse.

Ahora podía irme con la consciencia tranquila aunque interiormente hubiera preferido abrazarle y darle un besito para la maravillosa noche que nos ha dado. GRACIAS PJ!

En fin, ¿que me queda por decir? Seguramente mucho, muchos detalles que a una persona más objetiva que yo le hubiera gustado más leer que no esta cháchara sentimental de un fan empedernida.

Me duele admitir que soy exactamente eso, pero tratándose de que se trata de PJ me lo hace más llevadero, porqué él se gana a sus seguidores con empeño, esfuerzo y en fin… encanto.